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No mas corrupción

  La culpa no es de los ñeros.


Fragmento del texto


En nombre del Grupo Banco Mundial, doy gracias al Gobierno del Reino Unido y al primer ministro David Cameron por convocarnos para luchar contra el flagelo de la corrupción. Los ciudadanos de todos los países del mundo están protestando contra los Gobiernos considerados corruptos. La corrupción constituye un obstáculo enorme para el desarrollo económico y social y para el logro del objetivo mundial de poner fin a la pobreza extrema a más tardar en 2030, pero sabemos que podemos y debemos hacer mucho más por luchar contra ese flagelo.

   

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Fragmento del texto


La corrupción equivale, simplemente, a robar a los pobres. Constituye un doble menoscabo del crecimiento y la prosperidad, en lo que se refiere no solo al desvío de recursos de sus fines previstos sino también a los efectos a largo plazo de los servicios que no se prestan: falta de vacunación, falta de suministro de útiles escolares, falta de construcción de caminos. En mis viajes por el mundo he visto el efecto corrosivo de la corrupción en la vida de los pobres, y el consiguiente deterioro pronunciado de la confianza de los ciudadanos en sus Gobiernos.

   

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Fragmento del texto


Hace 20 años, mi predecesor James Wolfensohn pronunció un discurso de vanguardia en el que exhortó al mundo a tomar medidas de lucha contra el que denominó "cáncer de la corrupción". Desde entonces, hemos trabajado incansablemente para convertir las aspiraciones en acción: tenemos una política de tolerancia cero a la corrupción, hemos abierto el Banco Mundial a escrutinio, y estamos influyendo en los Gobiernos y el sector privado para que adopten medidas amplias para prevenir la corrupción.