Los diversos modos de organización del discurso

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No todo lo que nos ofrece la tecnología móvil es benéfico. De hecho, la proliferación de los Smartphones ha tenido impactos negativos en la salud de muchos usuarios. Esto se debe a que la conectividad tiende a convertirse en una adicción, y en consecuencia, a afectar la autonomía y la estabilidad emocional de las personas.

Por estos motivos es recomendable que evalúe su relación con los dispositivos de telefonía móvil. Si pasa mucho tiempo dedicando su atención a éstos, incluso cuando no es absolutamente necesario; si le resulta habitual estar pegado a su Smartphone en horas que deberían ser de descanso; si le causa angustia imaginarse sin su Smartphone o quedarse sin batería, es posible que usted requiera de la ayuda de profesionales en salud que estén capacitados para el tratamiento de adicciones.

Hay quienes opinan que Apple es la mejor marca del mercado. Pero estas personas son engañadas por la moda. Apple en realidad es una plataforma muy limitada, como lo muestra el hecho de que suelan presentar como innovaciones características que Android ha desarrollado años atrás. Así mismo, el universo Apple no presenta la ventaja, que disfrutan los usuarios de Android de disponer de todo el ecosistema Google interconectado y en estado puro. Además, las aplicaciones a las que puede acceder el usuario de Android son muchas más, y hay muchas más gratuitas a su disposición. 

Adicionalmente, el usuario de Android puede disponer de su teléfono con mucha más libertad que el usuario de Apple, y tiene permisos de desarrollador para realizar las modificaciones y adecuaciones que estime convenientes. Algunos usuarios de Apple dicen que la gran ventaja de su sistema es que está menos expuesto a virus, pero esto también es un mito, porque los hackers no tardan más de seis meses en encontrar la manera de romper los protocolos de seguridad de los productos de Apple una vez salen al mercado. Y si se comparan los precios, en Android se puede acceder a terminales que no tienen nada que envidiarle a los productos de Apple, y que son mucho más baratas. De hecho, existen muchos teléfonos con S.O. Android que funcionalmente son muy superiores a los Iphone, y que cuestan incluso menos del 50% que estos últimos. Quien sabe de tecnología, prefiere Android; y quien vive de la moda gasta mucho dinero en Apple. Yo prefiero estar entre los inteligentes.

Hasta entonces no me hubiera imaginado la vida sin estar pegado de la pantalla. Cuando el hombre se me acercó en la calle, a la salida de la universidad, y me apuntó con el arma mientras me exigía la entrega de mi teléfono, creí que lo que me estaba pasando era algo malo. Tuve ganas de luchar, de correr, de salvar mi Smartphone. No tengo demasiado dinero y sabía que me iba a quedar difícil conseguir otro. Pero lo que en realidad pasó fue que el ladrón me liberó de una terrible atadura. 

Desde que estoy sin Smartphone puedo escuchar mejor a las otras personas, y he vuelto a disfrutar de la reflexión en silencio, de la lectura, de la compañía de mis padres.  A partir de ese momento he podido confirmar, al observar a otros, lo alienado que yo me encontraba en mi pantalla. Me angustia ver a la gente anclada a su Smartphone cuando se sientan a una mesa de café o de restaurante, o cuando hacen una fila para pagar en el supermercado. Me apena que ese mismo haya sido mi estado hace tan poco tiempo. Por eso, desde que me robaron el celular, intento llamar la atención de mi novia y de mis amigos, para que se liberen un poco, limiten su uso de esos aparatos a lo esencial, y me miren a los ojos, escuchando lo que digo, cuando les hablo. Ese quizá es el lado malo del asunto. En este mundo alguien que no está pegado de un Smartphone se siente como un ser extraño en medio de tantos esclavos de la tecnología que ya no lo entienden.