En esta actividad reconoceremos los diversos contratos sociales de habla e identificaremos los componentes de la Situación de Enunciación:
Enunciador - Enunciatario - Tercero o Voz ajena
Lee el siguiente texto del Instituto Nacional de Cáncer de España
Observa cómo se manifiestan en el texto el contrato social de habla, y los sujetos discursivos (enunciador, enunciatario, lo enunciado).¿Cuáles son algunos de los problemas de salud causados por fumar cigarrillos? (Haz clic sobre las imágenes)
Sabemos, por quien escribe, que se trata de una comunicación institucional. Específicamente, se trata de una comunicación relacionada con el campo de la salud pública. Por tanto, esperamos, como lectores, que los enunciados tengan las características del género discursivo científico; y más específicamente en su versión pedagógica y de divulgación. Entre estas características se cuentan la objetividad (cuyo correlato es la eliminación de las marcas de subjetividad), y el recurso a datos positivos. Con base en estos elementos se espera que quien enuncia esté preocupado por la salud pública y sea una voz de autoridad científica. La opinión no cuenta en este tipo de contrato social de habla. El interlocutor es la ciudadanía, y en tanto no experta, debe estar dispuesta a aceptar los hechos que se le presentan como verdaderos y científicos, y a asumir una actitud acorde con estos.
Para tener en cuentaEnunciador: Todo enunciador es una imagen discursiva y supone un punto de vista con respecto a lo enunciado. En los textos hay un enunciador principal (la imagen discursiva que construye de sí el locutor, y un enunciador que está implicado o es mencionado, que representa el punto de vista opuesto. También pueden aparecer otros puntos de vista intermedios en textos más complejos.
En el texto publicitario de los cigarrillos que analizamos en la actividad anterior, el enunciador principal está a favor del consumo de cigarrillo por parte de los jóvenes. Su punto de vista se puede resumir en la proposición “el cigarrillo es joven, saludable y divertido”. Aunque no se lo menciona, si se implica al punto de vista contrario, que es el que afirmaría que “el cigarrillo no es saludable ni divertido”. La imagen de los jóvenes en la playa disfrutando del sol y los deportes supone la argumentación que sustenta el punto de vista del enunciador principal, y al hacerlo invisibiliza y niega el del segundo enunciador, que reúne todas las voces que, en nuestra sociedad, se oponen al consumo de cigarrillo por parte de los jóvenes.
Las voces que un texto cita se agrupan siempre según sus creencias y sus posicionamientos con respecto al tema en alguno de los enunciadores (el que corresponde al locutor o su contrario).
La imagen discursiva del enunciador se construye en tres niveles:
El ethos equivale a un tonalidad intencional (lo que hace, a través de su uso del discurso, quien enuncia para generar de sí mismo una imagen como sujeto honesto).
El pathos se encuentra en relación con las emociones y los sentimientos. En todo texto, de manera más o menos evidente, y dependiendo del género discursivo y la situación de comunicación, el enunciador muestra unos acercamientos o alejamientos, en términos emocionales, con respecto a lo enunciado.
En el caso de esta señal, prohibiendo fumar en un espacio público, si lees con atención notarás que el enunciador manifiesta su alejamiento emocional con respecto al hecho de fumar y a quien fuma.
Aunque no utilice palabras que denoten su repudio con respecto a éstos (fumar y el fumador) sí lo connota por medio de la construcción de su mensaje y como caracteriza al fumador como un suicida irresponsable que no considera a los demás.
Por último, el logos consiste en el orden lógico del discurso; es decir, en la racionalidad que estructura la validez de lo enunciado. En el caso del texto del Instituto Nacional del Cáncer que hemos leído, esa racionalidad es la científica: se presentan unos hechos que, por deducción, confirman una hipótesis: que fumar causa enfermedades.
